Según la Fundación Española del Corazón, el ejercicio en el agua es una de las actividades físicas más recomendadas para las personas mayores. Puesto que el efecto de la gravedad es menor cuando nos hallamos sumergidos, los huesos, músculos y articulaciones se relajan. La frecuencia cardiaca disminuye y la circulación sanguínea mejora debido a la temperatura del agua y a la posición de flotación. Por tanto, unos ejercicios sencillos realizados de forma regular dentro de la piscina contribuyen a mantener un corazón sano, sea cual sea su edad. Las cubiertas de piscina de Abrisol nos permiten mantener una regularidad en el ejercicio durante todo el año.
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